sábado, 30 de octubre de 2010
LAS 95 TESIS
Lutero: padre de la reforma, hombre de la Biblia
Importante aumento de la visibilidad de los evangélicos en Chile
Congreso Chileno celebra Día de Las Iglesias Evangélicas y honra a tres mineros
Consejo Evangélico dominicano llama a celebrar la Reforma Protestante
martes, 26 de octubre de 2010
Conflicto árabe-israelí provoca éxodo de cristianos en Oriente Medio
Cualquier ocasión es propicia para un “choque destructivo entre el Oriente árabe musulmán y el Occidente cristiano”. Así lo advirtió el Patriarca de Antioquía de los Greco-Melquitas, Gregorios III Laham, en el Sínodo de Obispos para Oriente Medio que se celebra en el Vaticano.
El Arzobispo de Damasco y jefe de esa iglesia oriental bajo la cobertura de Roma, Gregorios III Laham, denunció que la presencia cristiana en el mundo árabe esta amenazada por las guerras que se desarrollan en la región, cuna del cristianismo, lo que hace suponer un inminente abandono masivo de cristianos.
La causa principal, según el patriarca, es el conflicto árabe-israelí, que ha propiciado, según precisó, los movimientos integristas, Hamás e Hizbollah. La emigración de cristianos, puede propiciar una sociedad árabe monocolor, “únicamente musulmana, frente a una sociedad europea llamada cristiana” declaró ante el sínodo Gregorios III Laham.
“Si esto ocurriera y Oriente se vaciara de sus cristianos, ello significaría que cualquier ocasión será propicia para un nuevo choque de culturas, de civilizaciones e incluso de religiones, un choque destructivo entre el Oriente árabe musulmán y el Occidente cristiano”, afirmó. Asimismo aseguró que proponer al Islam como única o principal fuente de legislación es un obstáculo para la igualdad de los ciudadanos ante la ley.
Gregorios III, hizo un llamamiento a los cristianos a que se queden en la tierra donde nació, vivió y murió Cristo y abogó por una separación entre Iglesia y Estado, entre identidad árabe, democracia, nación árabe o nación musulmana. Y agregó que el papel de los cristianos es crear una atmósfera de confianza entre Occidente y el mundo musulmán para trabajar por un nuevo Oriente Medio sin guerra.
En esta tercera jornada de sínodo, que se prolongará hasta el 24 de octubre y al que asisten 185 obispos, también intervino el cardenal John Patrick Foley, gran maestro de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, quien manifestó que cuanto más tiempo pase más difícil será encontrar una paz duradera y solucionar el conflicto àrabe-israelí.
Foley subrayó que la creación de asentamientos israelíes hace cada vez “más difícil” la construcción de un Estado palestino “factible e integral”.
Sobre el particular, el secretario general del comité para el diálogo Islam-Cristianismo, Harés Chebab, aseguró que el éxodo de cristianos, que en las últimas décadas se ha cuadruplicado, no puede atribuirse a motivos económicos, ya que entonces -subrayó- toda la región se habría despoblado.
“Es evidente que la discriminación, la persecución en ciertos lugares, el miedo en otro, la falta de libertad y la desigualdad de derechos están en la base de ese movimiento”, manifestó Chebab durante su intervención.
Por su parte el Patriarca de Jerusalén de los Latinos, Fouad Twal, dijo que la comunidad cristiana de Tierra Santa, a la que llamó “Iglesia del calvario”, sufre a causa de la violencia y la inestabilidad e instó a los cristianos de todo el mundo a visitarla y ayudarla para que no se convierta en un “museo al aire libre”.
El problema de la emigración sólo se solucionará cuando se resuelva el conflicto árabe-israelí y se mostró a favor de que Jerusalén sea una ciudad abierta, de las tres religiones monoteístas, indico por su parte el obispo de Reikiavik, Pierre Burcher, quien participa en el sinodo.
Los palestinos cristianos tienen un alto porcentaje de emigración comparados con los palestinos musulmanes. Los árabes cristianos en Cisjordania y en la Franja de Gaza se redujeron de un veinte por ciento de la población en la Segunda Guerra Mundial a menos del 1.7 por ciento en la actualidad.
Decenas de miles han abandonado sus sitios sagrados y su ancestral propiedad para vivir en el exterior.
En cambio, la población cristiana evangélica de Israel ha crecido en términos reales desde 34 mil en 1948 a 130 mil aproximadamente en 2005. En Israel los cristianos árabes suman 123 mil almas en tanto que los cristianos no árabes suman 29 mil. Los cristianos católicos específicamente constituían el 3.8 por ciento de la población, en 1980; mientras que en 2008 eran solamente 1.82 por ciento según la agencia Efe.
Todos los obispos que participan en la jornada abogaron por la necesidad de que los cristianos, que apenas son el 1,6 por ciento de la población, se queden allí en Oriente Medio y subrayaron que están llamados a trabajar por la paz y la reconciliación.
martes, 19 de octubre de 2010
Carta del minero chileno evangélico revela su arduo trabajo como guía espiritual

Tras casi veintidós horas, concluyó con éxito el histórico rescate de los 33 mineros que estuvieron atrapados 70 días a 700 metros de profundidad en el desierto de Atacama.
Aunque fue el rescate más caro, que costó 22 millones de dólares, de los cuales 15 millones asumió el Gobierno, y siete millones aportó la empresa privada elogiada por los presidentes del mundo y por la NASA.
Mientras el Gobierno de Chile y los rescatistas buscaban la forma de sacarlos del hoyo en que estaban lo mineros. José Henríquez, se destacó como el guía espiritual del grupo de los mineros y les ayudó no a sobrevivir físicamente sino aferrarse a la esperanza de fe que Dios actuaría para librarlos de la muerte.
Una carta de José Henríquez enviada a su hermano Gastón Henríquez, relata la situación crítica por la que tuvieron que pasar los 33 mineros durante esos 70 días sin ver la luz del sol.
Esta es la carta del hermano Jose.
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Gastón, qué bueno que te fue bien en el Te Deum y está bonito el salmo que me mando el hermano, lo voy a usar para predicar. Te cuento un poco. Aquí la mayoría participan del servicio de oración y glorifican a Dios.
En un comienzo dos aceptaron a Dios y se comprometieron con el Señor y los dos me ayudan en predicar y en la oración, los demás solo reciben.
Después de los dos sondajes que rompieron se les subió la espuma y fuimos bombardeados con crucifijos, medallitas, figuras de yeso, estampitas de vírgenes y sansebastianes, bueno tú sabes.
Tuve que ungir enfermos y se recuperaron. El señor ha fortalecido a muchos, así es que tenemos dos oraciones, una a las 12:00 y a las 18:30 hrs que es cadena a nivel mundial, aquí hay de diferentes credos, pero yo confío en el poder del “Señor” el cual nos ha usado fuertemente, quedaron de mandarnos más biblias pero tenemos para defendernos.
Bueno te contaría mas pero debo ser prudente y dejar que nuestro Señor obre en los corazones. Chaooo que Dios te bendiga.
José Henríquez
lunes, 18 de octubre de 2010
Consejo de Londres despide a un cristiano por mencionar a Dios en su lugar de trabajo
viernes, 15 de octubre de 2010
Fe, organización democrática y unidad salvaron a los mineros chilenos

Fe en Dios, organización democrática y unidad, salvaron a los mineros chilenos quienes estuvieron durante 70 días a 700 metros bajo tierra atrapados en un yacimiento del norte de Chile.
Luis Urzúa, un experimentado minero de 54 años, casado y padre de dos hijos, y el último en abandonar el encierro, expresó que “hay que hablar con la verdad y creer en la democracia”.
José Henríquez, de 53 años, el evangélico que se transformó en el líder espiritual y brindó apoyo psicológico a quien lo necesitaba comentó que “siempre decidimos las cosas de forma democrática, fuimos un grupo muy organizado y Luis Urzúa nos lideró muy bien”, destacó Henríquez.
Henríquez agregó: “fui producto de esa organización, me tocó ser el líder espiritual para los muchachos. Traté de acercarme a ellos para que conocieran la palabra del Señor. Ellos se sintieron apoyados por mí. Estábamos ansiosos después de tantos días allá abajo. Oramos todos juntos antes de que comenzara la operación de rescate, sabíamos que todo iba a salir bien, pero igual había mucha ansiedad. Tuve que hablar mucho con mis compañeros para que todos estuviéramos calmados”, añadió.
El minero Franklin Lobos, el ex futbolista profesional y seleccionado chileno preolímpico, relató que la unidad fue fundamental para enfrentar el difícil reto de sobrevivir atrapados a 700 metros de profundidad, con poca agua y alimentos.
“Sin conocer a mucha gente supimos unirnos y fue lo más importante. Nos unimos en los momentos difíciles, cuando no había nada, cuando teníamos que tomar agua que no era para tomarla. Nos unimos cuando no había comida, cuando había que comerse una cucharadita de atún porque no había más”, resaltó el agradecido minero.
Hoy viernes, tres de ellos amanecieron en sus casas, tras haber sido dados de alta en la noche del jueves, y el resto continúa sometido a exámenes en el Hospital de Copiapó, a unos 800 kilómetros al norte de Santiago, de donde saldrán en las próximas horas.
jueves, 14 de octubre de 2010
Mineros chilenos: “No somos 33, somos 34; Dios estuvo con nosotros”

El rescate de los 33 mineros en Chile presentó un elemento que asombró a las autoridades, los medios de comunicación y, principalmente, a los millones de personas que, en todo el mundo, vieron el operativo en directo a través de la televisión: la seguridad de que Dios estaba con ellos, les dio fortaleza y esperanza durante los 69 días que permanecieron atrapados en la mina de oro y cobre San José.
El martes 12 de octubre alrededor de las 20:00 (hora chilena) comenzó el operativo de liberación de estos 33 hombres que mantuvieron en vilo a la prensa del mundo entero desde que, el 5 de agosto, se produjo el accidente que los dejó enterrados a más de 620 metros bajo tierra. La confianza de que Dios los acompañaba no sólo les animó sino que transformó la vida de estos mineros y la de sus familias.
“No somos 33, somos 34. Dios está con nosotros”, escribió en una de sus cartas Jimmy Sánchez, el minero más joven del grupo que fue el quinto en salir a la superficie. Refiriéndose al Creador, otra de las cartas de los 33 que llegó a sus familiares los días previos al rescate, aseguraba que “el número 34 estuvo con nosotros desde el principio”.
La noche del 12 de octubre la mina San José (ubicada en la región de Copiapó, capital de la provincia del mismo nombre y de la III Región de Atacama) entró a la historia de Chile y el mundo. A las 23:19 (hora chilena) después de un largo proceso de ajustes técnicos, Manuel González, el experto en rescates de la empresa minera Codelco, iniciaba el descenso en la cápsula Fenix II que se deslizó por el ducto que se realizó con la perforadora T-130. “Ve en el nombre del Señor”, le dijo a González uno de los técnicos cuando comenzaba el descenso; 16 minutos después la cápsula tocaba fondo.
Casi una hora más tarde y luego de que en el interior de la mina y en la superficie se comprobó que todo estaba listo, Florencio Ávalos fue el primero de los 33 mineros en subir al receptáculo e iniciar el ascenso; al aplauso de sus compañeros mineros se sumaron los vítores de euforia que, en la superficie, se extendieron por todo el globo.
Las imágenes de la Televisión Nacional de Chile mostraban en la zona de la salida del túnel, a las autoridades (a la cabeza del presidente chileno Sebastián Piñera) y el equipo de rescate entonando el himno de ese país, mientras que en el ingreso al campo minero, la familia de Ávalos oraba, entonaba cánticos de agradecimiento al Señor y leía la Biblia. A las 23:19 emergía el Fenix II con Ávalos en su interior, que logró ver el cielo después de más de dos meses de encierro. La fotografía del minero apuntando al cielo y vistiendo una polera (t-shirt) en la que estaba inscrito “¡Gracias Señor!” le dio la vuelta al mundo.
A los pocos minutos y al grito de “¡vamos, vamos, vamos!”, Mario Sepúlveda de 40 años y el más popular de los 33 mineros por la efusividad y el buen humor con el que las semanas previas relataba por video la permanencia del grupo bajo tierra, llegaba a la superficie. Después de la revisión médica, fue el único que aceptó realizar declaraciones a los medios. “Estuve con Dios y con el diablo, pelearon y ganó Dios; me agarré de la mejor mano”, aseguró el minero.
Antes de abrazar a su esposa, al salir de la cápsula que lo transportó a la superficie, Carlos Mamani, el minero boliviano que quedó atrapado en su primer día de trabajo en la mina, se arrodilló y dio gracias a Dios por mantenerlo con vida.
La historia de Mario Gómez, el mayor de todo el grupo y el noveno el salir, también es un relato de transformaciones. La televisión chilena mostraba al mundo la escena en la que Gómez, apenas pisó tierra, se puso de rodillas y dio gracias a Dios por el rescate. Unos minutos antes, su hermano Hugo comentaba “es otro hombre… está muy dedicado a Dios”.
José Henriquez de 66 años que fue el número 24 en salir, se convirtió en el líder espiritual del grupo ya que, como reportaron los medios en todo el mundo, “se dedicó a consolar a sus compañeros con la palabra de Dios”. Mientras esperaban por su salida, los familiares que lo esperaban en el centro minero no dejaron de confiar en el Creador. “Creo que el propósito era que escuchen la palabra de Dios”, explicaba Hettiz, la esposa del minero que es miembro de la Iglesia pentecostal de Talca.
Después de 22horas y 35 minutos de rescate, al promediar las 22:00 hora chilena emergía Luis Urzúa el jefe del grupo quien lo primero que hizo al llegar a la superficie, fue dedicar una oración a Dios.
El esfuerzo de un país y sus autoridades, el coraje de un grupo de mineros que no se dio por vencido en ningún momento, sólo se compara con la fe que los acompañó durante los 69 días. Las palabras del presidente chileno a Urzúa cuando el minero le entregó el turno minero al final del rescate, son un ejemplo de la confianza en el Creador. “Agradecer a Dios que siempre estuvo con nosotros”.