Organizaciones como Oxfam, Médicos Sin Fronteras y Human Rights Watch también han manifestado sus desconciertos por la aprobación de decreto que prohíbe el aborto y el matrimonio igualitario en el país centroamericano.
El pasado sábado, el Sistema de Naciones Unidas se sumó a los
diferentes organismos que están criticando y rechazando una ley aprobada
en Honduras que prohíbe el aborto y el matrimonio igualitario.
Por medio de un comunicado, la ONU manifestó su «preocupación» por
la absoluta prohibición del aborto y el matrimonio entre personas del mismo
sexo y exhortaron al Parlamento de la nación centroamericana a reconsiderar
el veredicto.
El Sistema de Naciones Unidas señaló que la ley «contraviene las
obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, pues
impide el abordaje de un problema de salud pública que la
penalización del aborto en todas sus modalidades ya provoca».
Según la Relatoría Especial sobre la Tortura y otros Tratos o Penas
Crueles, Inhumanas y Degradantes, no es bueno para las mujeres proclamar
medidas tan restrictivas, porque «puede que no se tome en cuenta aquellas
que son víctimas de violaciones o incesto».
Del mismo modo abordaron el tema del matrimonio homosexual,
usando extractos de la ley hondureña para tratar de convencer a los políticos
y mandatarios de revertir la decisión final. Aunque las autoridades
competentes no han respondido a la petición, se espera que la ley aprobada
se mantenga de esta manera.
El decreto, celebrado por gran parte de la comunidad de fe y religiosa
de varias partes del mundo, deja en evidencia que aún hay esperanza en los
gobiernos de mantener medidas conservadoras, y por lo tanto bíblicas; tales
como lo son el matrimonio conforme al diseño original de Dios.
Mientras otras naciones legalizan estas leyes y muchas otras parecidas
o a fines, Honduras se mantiene firme a pesar de la presión de las masas
que piden leyes más liberales.